Con esta frase del gran Carlos Alarcón se puede resumir la mañana-tarde-noche vivida ayer en Sevilla con este crack y su compinche José Miguel. Horas y horas juntos, disfrutando de la amistad, contándonos nuestras respectivas vidas, sacándonos confidencias. Todo como si los más de cuatro años que han pasado desde que terminamos la carrera no fueran más que cuatro semanas. El sentimiento de amistad, pura y dura, sigue vigente. Un nexo de unión más fuerte que la distancia física que nos separa. Que uno valora más cuando se abre a su gente y encuentra comprensión a su idas de olla. Para eso, demostraron ser lo que son, grandes amigos. Ojalá estos encuentros fueran más a menudo. Porque si te halagan y se alegran cuando van las cosas bien, te apoyan cuando te estás desviando del camino, y también te reprochan cuando no haces las cosas como es debido.
En fin, la vida...
1 comentario:
No sabes lo que me hubiera gustado estar ahí con vosotros...
Bueno, ya habrá otra ocasión y, por supuesto, ese 28 de diciembre que estoy esperando como agua de mayo, jejejejeje
Un abrazo
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