Muchas veces he pensado, si no no lo escribiría, en detener el tiempo cual fotografía. Imagino que a ti te habrá pasado lo mismo alguna vez.
No estaría nada mal vivir el instante eternamente. Un segundo rodeado de unos brazos millones de años, disfrutar del beso más largo de la historia. Disfrutar de cada uno de los momentos añorados, y no tener que cargar con el tiempo, maldito tiempo, que envejece el alma y olvida a los mejores.
Ojalá alguien consiga inventar un mecanismo, un artilugio que consiga parar el avance de los días y de las noches. Que fuera como esa fotografía en la que las sonrisas no desaparezcan de nuestras caras, los corazones no se congelan y nuestros lazos nunca se separen.
Sé que es una utopía esta de no querer envejecer, de no querer que me olviden, de vivr eternamente el momento, de no poder luchar contra el reloj que incansable nos gana momento a momento, segundo a segundo, metro a metro.
Por eso disfrutaré contigo de cada conversación como si fuera la última, de cada visión que pueda hasta que se cansen mis ojos, de cada guiño, de cada abrazo, de cada brisa, de cada palabra, de cada uno de los míos…
En fin, la vida…
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