Sin duda, ni me mientas ni te engañes a ti mism@, todos debemos elegir un momento del día para plasmar en nuestra mente aquello que queremos que se haga realidad. Porque, quien sabe, a lo mejor el hecho de pensar mucho y con fuerzas en algo consiga que se materialice nuestro deseo. Sí, ya lo sé, es un improbable, ¿pero por qué quitarme esa ilusión?
Aunque much@s podéis considerar que el planteamiento de esto post no es más que algo infantil, a mí me gusta tener ideas de niños, de esas ilusas que parece que van a cambiar el mundo. Porque es lo que hace que puedas aferrarte a la tierra con ganas, con fuerza, y con ilusión. Porque todas esas veces en las que te gustaría tirar la toalla, esas ocasiones en las que el mundo de los adultos te aburre, te hastía, y te quema porque piensas que todo podría ser más fácil y sencillo...
En el fondo, piensa, que somos nosotros los únicos que podemos reconducir nuestra vida. Pero asumiendo que cada etapa tiene que tener pinceladas de la anterior, así que nunca dejes que tu niñez se pierda. Ni tus tonterías de adolescente desaparezcan. Ni tu bondad o el ser un puto iluso cambien, porque así la vida, será (debe ser) más gratificante...
En fin, la vida…
1 comentario:
El día que nos cobren por soñar habremos muerto definitivamente como personas
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