Visto lo visto y leído lo que he leído sobre Jesús Navas, tengo que decir que me parece alucinante que ahora se hable de Navas como un extremo malo, sobre todo después de haberlo visto tantos años en el Sevilla a un gran nivel y de que hubiera unanimidad sobre lo positiva que sería su inclusión en la selección.
Para mí, su aportación en el Mundial en los dos partidos disputados hasta ahora ha sido bastante buena desde un punto de vista conceptual. Le dió al equipo una profundidad nueva, una verticalidad que se echa de menos entre tanto tiqui y tanto taca. Abrió el campo, una buena solución y una respuesta al atasco del primer partido. Sé que su porcentaje de precisión en los envíos no fue extraordinario y que falló varios pases.
Pero yo, a un jugador de tres cuartos de campo, le pido que arriesgue. No que toque sencillo. Que intente dar el pase dañino, y eso quiere decir que se va a equivocar mucho, porque su labor es extremadamente complicada. Le acepto perfectamente que tire 10 centros malos si en un partido me genera cinco ocasiones muy claras. Y creo que Navas las genera. De hecho, contra Honduras dio un pase de gol y forzó un penalti. Y contra Suiza, los mejores minutos de España, cuando estuvo más cerca del gol, fueron con él en el campo.
En fin, la vida...
2 comentarios:
Es cierto que falló algunos pases, pero un jugador que pone dos pases de gol cantados, provoca una tarjeta amarilla y provoca un penalti me parece que se merece un mínimo de apoyo, creo yo...
Toda la razón, compañero, toda la razón
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