LA VIDA DESPUÉS DEL ERE
La inseparable pareja de siglas formada por RNE y TVE se convirtió en terna con la aparición del ERE. Aunque el apelativo tiene más de temible que de cariñoso, el Expediente de Regulación de Empleo, como en tantas otras empresas públicas y privadas, ya es un habitual de los pasillos de Radio Televisión Española. En este caso, con condiciones que lo hacen, quizá, menos traumático que en otras compañías que lo están sufriendo.
Sindicatos y directiva lo rubricaron en agosto de 2006, se presentó como el colofón de un plan de saneamiento contra la deuda de la pública –casi 8.000 millones de euros en el caso de TVE – y ha afectado a más de 4.000 trabajadores, muchos de ellos disconformes.
"Es un despropósito", opina Sebastián Álvaro, director de 'Al filo de lo imposible'. "Me parece una aberración", añade la corresponsal en Asia-Pacífico Rosa María Calaf. Ambos están entre los más rezagados a la hora de ajustarse a un plazo que vence el 31 de diciembre. Llegará entonces el momento de embalar cajas y despedirse entre lágrimas de los compañeros, pero ni son carne de despacho ni se ven abocados al sofá de casa, viendo la televisión desde el otro lado. Es sólo "el cierre de una etapa", coinciden.
Si hay vida laboral después del ERE, ¿cómo afecta a los rostros famosos, más acostumbrados a entregar autógrafos que currículos? "Evidentemente salir en la tele nos ha beneficiado", reconoce José Ángel de la Casa, antiguo director de Deportes en TVE. Desde los 52 hasta los 65 años cobran en torno al 80% del sueldo bruto, así que las víctimas de otros ERE los ven como unos privilegiados. "No lo soy, en absoluto, porque hacía una cosa que me gusta mucho", se defiende el periodista.
Carmen Enríquez, que seguía los pasos de los miembros de la Familia Real en la cadena pública y ahora escribe libros sobre éstos, reconoce: "Hay quien puede pensar que me estoy aprovechando. Pues bueno. No me gusta estar en casa sin hacer nada". Tienen que lidiar una irrefrenable pulsión. "Una periodista nunca se jubila", confiesa Calaf. Tampoco se prejubila, cabe añadir. Pero todo depende del cristal con que se mire. Cristina García Ramos, el acento canario de 15 años de 'Corazón, corazón', disfruta de sus nuevos horarios: "He descubierto que existen los fines de semana y también el mes de agosto. Quería experimentarlo".
El 'anticiclón' del ERE entraba en los pronósticos del meteorólogo José Antonio Maldonado: "Era la crónica de una muerte anunciada. Lo sabía desde hace 10 años". Al final, todo ha quedado en 'marejadilla'. A sus 64 años, el ERE le ha afectado de refilón. Maldonado se pone en el lugar de otros compañeros: "Que una persona con cincuenta y pocos se vaya a la calle supone desperdiciar capital humano. Es el caso de Sebastián Álvaro". Surge el apartado de las incompatibilidades. "Que no puedas seguir trabajando me parece inconstitucional", reivindica el aludido.
Calaf, que, apurando, acaba de rematar un reportaje en Filipinas, se encuentra de golpe con este obstáculo: "Me han ofrecido tertulias e incluso un informativo en televisión. Nunca hago planes y ahora me toca enterarme bien de todo este asunto". De la Casa narra las reglas del partido: "En una cláusula se especificaba que no podemos trabajar en una empresa que sea competencia directa de RTVE".
Inevitablemente, entra en juego otra sigla, a menudo también traumática: el INEM. "Tengo un trasiego tremendo, porque cada vez que colaboro con un medio tengo que llevar justificantes al INEM. Y me suspenden el cobro del paro cuando escribo", advierte Enríquez.
García Ramos, con tranquilidad isleña, ve con buenos ojos su adiós: "Ahora tengo mayor sosiego, que no quiere decir aburrimiento". A fin de cuentas, este ERE era voluntario. O no... "Si te quedas, te quedas en el pasillo. A mí nadie me dijo 'quédate'", resalta Maldonado.
Ya no se trata de enfocar cámaras ni noticias, sino la propia vida. Enríquez recibe clases de golf; Maldonado anima a su Sevilla en el Sánchez Pizjuán y Calaf hace la primera de una larga lista de maletas para poner rumbo a Argentina. Sebastián Álvaro, que ha creado una agencia de expediciones, podría proponerles viajes muy originales a un módico precio. Los prejubilados de la pública tienen muchos deseos para el nuevo año. Calaf los concentra en uno: "No tener que sentarnos en el parque a leer al mediodía".
En fin, la vida...
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