Adiós. Dentro de un rato, cuándo las manecillas del reloj pasen esas milésimas que van de las 23.59.59 a las 00.00.00, el 2008 se despedirá de nosotros invitando al 2009 a entrar a forma parte de nuestras vidas.
Un año que se va, pero que sin duda deja grandes experiencias atrás. Profesionalmente, he crecido mucho. Los cinco primeros meses me sirvieron para demostrarme que valgo para el periodismo, para estar convencido de que esta profesión es la mía. Ver como tú trabajo es valorado, el sentirte válido e importante con lo que te ganas la vida. El resto del año, trabajando en una de las empresas más importantes de Andalucía. Experiencia enriquecedora, por supuesto, aunque no pude completar una oportunidad de ese calibre. ¿1 paso atrás? Quizás fueron muchos adelante... También volví a Sevilla, quizás la ciudad dónde mejor me siento, aunque claro está que he dejado raíces en todos aquello sitios en los que he estado.
Dos momentos importantes fueron las bodas de dos grandes amigos y que han sido dos de los días que más he disfrutado de mi vida. Gracias por dejarme vivirlos con vosotros.
Pero claro está que también ha habido momentos malos. Muy malos, observar como se va cayendo el pilar de tu existencia es una terrible experiencia, aunque sepas que es lo mejor y que debes ceder a tus intereses personales cuándo tienes el convencimiento de que el pilar se rompe y se agota, lo ideal es no forzar.
Hay otro caso que los que me conocéis bien sabéis lo enriquecedor que ha sido para mí, tanto para lo bueno como para lo malo. Hasta ahora, una de las mejores experiencias de mi vida, quizás la más feliz que me haya ocurrido. Nunca pensé que se podría llegar a sentir tantas cosas por una persona, y mucho menos ser correspondido. Irremediablemente, todo tiene un final.
Este ha sido mi año, no pido menos para este que comienza. Bueno sí, ya que me he apuntado al gimnasio y yendo en este 2008, el 2009 será el año del carnet del coche...
En fin, la vida...
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