A nivel de clubes, habría que resaltar los nombres de tres equipos: Real Madrid (ganador de dos Champions), FC Barcelona (otros dos títulos continentales y una irrepetible temporada en la que ha ganado todos los títulos en juego), y el Sevilla FC, único equipo andaluz que ha ganado títulos continentales (dos Uefas y una Supercopa de Europa), a los que hay que sumar una Copa del Rey y una Supercopa de España.
En la modalidad pequeña del deporte rey, FÚTBOL SALA, la selección nacional es una de las potencias. Sus títulos así lo atestigüan: bicampeona mundial en Guatemala 2000 y Taiwán 2004, así como los triunfos en los Europeos de Rusia 2001, República Checa 2005 y Portugal 2007.
Sin ningún género de dudas, la especialidad que más éxitos ha reportado al deporte español en los últimos años. Con una base de jugadores (Pau Gasol, Calderón, Navarro, Felipe Reyes, Berni Rodríguez, Carlos Cabezas y Raül López) que prácticamente llevan jugando juntos toda la vida –ya ganaron, excepto el base de los Raptors, ausente por lesión, el Mundial Júnior de Lisboa en 1999- las medallas se han ido sucediendo casi interrumpidamente desde el Europeo de Turquía en 2001 con una medalla de bronce. En los Europeos también se consiguieron dos de plata en Turquía 2003 y Madrid 2007 durante estos años, faltando tan solo a la cita con el cajón en 2005, puesto que en el disputado este verano en Polonia, por primera vez, la selección se hizo con la medalla de oro tras un inicio titubeante.
La maldición de los cuartos que parecía acompañar al baloncesto español tuvo su cuota de protagonismo en los JJOO Olímpicos de Atenas, donde caímos derrotados por EEUU. Cuatro años después, nos resarcimos con una inolvidable final ante el mismo conjunto (formado por casi todas las estrellas americanas) que se decidió por tan solo once puntos de diferencia con una polémica actuación arbitral. Pero nada les puede quitar el sabor de boda a estos héroes que nos dieron tal alegría el 3 de septiembre de 2006 cuándo vencían en la final del Mundial a Grecia por 70-47, en un partido que contó con la ausencia del crack, Pau Gasol, por lesión. Este verano, de nuevo en Turquía, donde se inició el camino de estos éxitos, la selección, con la cada vez más importante participación de Rudy Fernández y Marc Gasol o Ricky Rubio, más la irrupción de nuevos talentos como Sergio Llull o Víctor Claver, tiene la oportunidad de reeditar el título. Veremos si con su líder, Pau Gasol.
Precisamente Pau Gasol es el referente indiscutible de estos éxitos. Convertido en una estrella indiscutible en el firmamento baloncestístico, su trascendencia en el deporte de la canasta es máxima en este país. Jugador español elegido más alto en el draft de la NBA en 2001, rookie del año esa misma temporada, dos participaciones (más la de este año) en el All-Star, ganador de un anillo (por ahora) de la NBA… Son solo algunos de los éxitos conseguidos por el mejor jugador español de baloncesto de la historia. Una suerte para todos los que, como yo, lo hemos visto jugar, porque pasará mucho tiempo hasta que aparezca uno que, siquiera, se parezca a él…
Quizás sea el punto de inflexión en los éxitos. En el Mundial de Túnez de 2005, una renovada selección que había saboreado las mieles de la gloria con una hornada de jugadores irrepetible en campeonatos anteriores (hablamos de Talan Dushebaiev, Enric Masip, Iñaki Urdangarín, Rafa Guijosa, Antonio Carlos Ortega, Josu Olalla, Aitor Etxabarru o Jaume Fort) se hizo, inesperadamente, con el título mundial. Un conjunto de jugadores veteranos impregnados de la esencia de los triunfos de sus antiguos compañeros (Garralda, Mariano Ortega o el gran David Barrufet continuaron en la selección) acompañados de una nueva hornada (Íker Romero, Chema Rodríguez, Juanín García o Albert Rocas) junto a la generación intermedia compuesta por Demetrio Lozano, Alberto Entrerríos, Rolando Uríos o Joseja Hombrados, conquistó el cetro mundial.
Al año siguiente, medalla de plata en el Europeo, un éxito que se corroboró dos años después con la medalla de bronce en los JJOO de Pekín para demostrar que lo conseguido en Túnez no fue flor de un día. La mejor forma de demostrarlo sería consiguiendo una nueva presea en el Campeonato de Europa que se está celebrando estos días en Austria.
Decir Fórmula 1 en España es decir Fernando Alonso. Desde que debutará a mandos de un Minardi en 2001, siendo en aquél momento el tercer piloto más joven en hacerlo, su carrera ha estado plagada de éxitos. El 22 de marzo de 2003 se convirtió en el piloto más joven en lograr una pole position y un podio en Fórmula 1, con 21 años, en el Gran Premio de Malasia. El 24 de agosto del mismo año, en el Gran Premio de Hungría, logró ser el piloto más joven en ganar un Gran Premio, con 22 años, aunque posteriormente le superaría en precocidad Sebastian Vettel al vencer en el Gran Premio de Italia de 2008. En la temporada 2004 Alonso logró una pole y un segundo puesto en Magny Cours. Poco más tarde consiguió otros dos podios consecutivos en Hockenheim y Hungaroring, acabando en la cuarta posición de la tabla clasificatoria. Esto era un indicio de lo que iba a ocurrir.
El 20 de marzo de 2005, en el GP de Malasia, Fernando Alonso consiguió su segunda victoria y se convirtió además en el primer piloto español en llegar a liderar el mundial de pilotos. Alonso logró vencer también en las dos carreras siguientes y otras cuatro más, totalizando siete triunfos al final de la temporada, lo que hizo que el 25 de septiembre, tras la disputa del GP de Brasil, hiciese historia al convertirse en el primer español y el piloto más joven, con 24 años, en ser coronado campeón mundial de Fórmula 1, honor que hasta entonces ostentaba Emerson Fittipaldi y que en la actualidad está en poder de Lewis Hamilton.
Un año después, llegó la confirmación al repetir título con el mismo coche. La temporada comenzó con el Gran Premio de Bahrein, en el que vencería Fernando Alonso.. Tras una durísima temporada luchando a brazo partido con el mejor piloto de todos los tiempos, Fernando Alonso llegaba diez puntos por delante para la última carrera del mundial, en la que acababa segundo, dos puestos por delante del alemán, repitiendo así triunfo.
Al año siguiente, firma por McLaren Mercedes, escudería con la que se convierte en principal candidato al título. Una serie de infortunios (nunca por su culpa, ja), y una mala relación con su compañero de equipo, Lewis Hamilton y con el resto del equipo, echan a perder la posibilidad de que el español revalidara el título, que fue a parar a manos del finés Kimi Raikönen. Tras esta temporada, ha pasado dos años de sinsabores en la escudería en la que triunfó, Renault, donde solo se pueden destacar las dos carreras que gana de manera consecutiva en Singapur, en el primer GP nocturno de la historia, y en Japón en el año 2008.
Ya para este año, y tras su fichaje por Ferrari, vuelve a ser el indiscutible favorito al título en una temporada en la que también estarán en las carreras Jaime Algersuari (Toro Rosso), Pedro Martínez de la Rosa –por fin- en Sauber, y, probablemente, Andy Soucek en Campos Meta, curiosamente, otro equipo español.
Hablar del tenis en esta época es hablar de Rafa Nadal como estandarte. Sus números, son, simplemente, excelentes: Cuatro veces vencedor de Roland Garros tras vencer de forma consecutiva en 2005, 2006, 2007 y 2008, campeón del Torneo de Wimbledon en 2008, campeón del Abierto de Australia en 2009y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Tercer tenista con más títulos de Masters 1000 (con 15), superado por Andre Agassi (17), Roger Federer (16), y superando a Pete Sampras (11). Posee el récord de victorias consecutivas sobre una misma superficie, 81 (en tierra batida). También es el tenista español con mayor número de títulos individuales, 36 (superando a Manuel Orantes y a Conchita Martínez, con 33), más títulos de Grand Slam, 6 (superando a Manolo Santana y a Arantxa Sánchez Vicario, con 4), más títulos de Masters 1000, 15 (superando a Juan Carlos Ferrero, con 4), el que más semanas ha pasado como n.º 1 mundial (46 semanas) y el único que ha ganado el Abierto de Australia y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Además, ha sido parte esencial en la conquista de tres de las cuatro Ensaladeras –Copa Davis- conseguidas por la selección en la pasada década (2000, 2004, 2008, 2009). La primera de ellas, que también fue la primera conseguida en la historia por nuestro país, se alzó, al igual q la del ejercicio pasado, en Barcelona. En aquella final, con un equipo compuesto por Corretja, Costa (entrenador en la cuarta), Ferrero y Ballcels, Nadal fue el abanderado del equipo español. Hubo que esperar tres años para que España disputara otra final, contra el mismo rival, pero esta vez en suelo aussie. Los australianos se llevaron al victoria por 3-1 en un enfrentamiento marcado por la equivocación de los músicos australianos al tocar el himno de Riego cuándo se presentaba al equipo formado por Moyá, Ferrero, Corretja y Feliciano.
Moyá y Ferrero, dos de los mejores jugadores de la historia del tenis nacional, tuvieron la oportunidad de desquitarse al año siguiente. La final se disputó en el estadio Olímpico de La Cartuja de Sevilla, y el rival, EEUU. Moyá fue el héroe al conseguir los dos puntos que disputó en una Davis que convirtió a Rafa Nadal en el jugador más joven de la historia en ganarla, con 18 años y 187 días. Robredo fue el cuarto componente de la selección en esta edición.
Hubo que esperar cuatro años para la disputa de otra final, esta vez en Argentina, y sin la presencia de un Nadal ya encumbrado como uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte. Y, contra todo pronóstico, el conjunto formado por Feliciano López, Fernando Verdasco, David Ferrer, y Marcel Granollers, se alzó con el triunfo ante un combinado argentino que preparó una cancha a su medida, pero no contó con la explosión de los “galácticos” del tenis nacional, Feliciano y Verdasco, que sumaron entre los dos los tres puntos necesarios para conquistar la tercera ensaladera para España.
La revalidación del título llego el pasado mes de diciembre. Nuevamente, Barcelona acogía la final de este evento, esta vez con la República Checa como rival. Un contrincante sensiblemente inferior al potencial de la Roja tenística, que ganó la eliminatoria de manera fácil al vencer Nadal y Ferrer sus partidos del primer día, y Verdasco y Feliciano el dobles al día siguiente.
A destacar también, en la década pasada, los Roland Garros ganados por Albert Costa en 2002 y Juan Carlos Ferrero al año siguiente, así como los 10 Grand Slam conseguidos por Vivi Ruano en dobles femeninos (los dos últimos con Anabel Medina), el Masters de 2003, asi como dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008, ambas en el torneo de dobles femenino, la primera formando pareja con Conchita Martínez y la segunda con Anabel Medina.
A pesar del duro golpe que ha supuesto la Operación Puerto, poco a poco, parece que el ciclismo español vuelve a resurgir de sus cenizas bajo el impulso del Alberto Contador, el Pistolero de Pinto. Ganador a sus 27 años de dos Tours de Francia, un Giro de Italia y una Vuelta a España, pasa en la actualidad por ser el mejor corredor del mundo, con grandes posibilidades de convertirse en uno de los grandes de este deporte a poco que las cosas sigan como hasta ahora. Además, su enemistas declarada con Lance Armonstrong añade más morbo a las grandes citas ciclistas en las que se van a encontrar a lo largo del año, con la Grand Boucle como plato estrella.
Pero no solo de Contador vive el deporte de la bicicleta en España. En la pasada década, otros dos ciclistas españoles triunfaron en París, Óscar Pereiro en 2006 (aunque el reconocimiento a su victoria tras el positivo de Floyd Landis llegó un años después), y Carlos Sastre en 2007. Además, hay que sumar la victoria de Alejandro Valverde en la Vuelta del pasado año, así como los triunfos en la ronda española de Ángel Casero 2001, los tres de Roberto Heras (2000, 2003, 2004), y el de Aitor González en 2002, aunque al verse envueltos en casos de dopaje sus triunfos están en entredicho.
Del que no se puede dudar es del mejor corredor español en pruebas de un día, el cántabro Óscar Freire, ganador del Mundial en Ruta en las ediciones del 2001 y del 2004, así como un tercer puesto en el año 2000. Igor Astarloa también inscribió su nombre como vencedor en el año 2002, mientras que Alejandro Valverde se ha alzado con dos medallas de plata (2003 y 2005), y una de bronce en 2006, misma presea que alcanzó Joaquim Rodríguez el pasado año. A todo esto hay que añadir el triunfo en los JJOO de Pekín 2008 de Samuel Sánchez.
Mención especial también para la vasca Joane Somarriba, vencedora del Tour de Francia femenino en 2000 y 2001, del Giro de Italia 2000, y el Campeonato del Mundo contrarreloj de 2003.
Un nombre propio, el de Gemma Mengual, principal referente de los éxitos de la natación sincronizada en España. Su palmarés es, junto al de sus compañeras, francamente excepcional: en JJOO 2 platas, en Mundiales 4 platas y 6 bronces, y en Europeos 5 oros, 10 platas y 3 bronces. En total, 30 medallas, sencillamente, bestial.
Otros nombres que han sonado en la natación española en esta década han sido los de Rafa Muñoz, bronce mundial en los 100 y en los 50 metros mariposa el pasado año, además de poseer el récord mundial de la especialidad; Aschwin Wildeboer también tiene la plusmarca mundial en 50 metros espalda, además de una medalla de bronce en el mismo campeonato. Las féminas Érika Villaécija y Mireia Belmonte, también han rozado las medallas en los últimos eventos mundiales.
La reciente victoria de Carlos Sáinz en el rally Dakar ha hecho que añada a esta entrada los triunfos de los participantes españoles en el principal raids del mundo. El triunfo del piloto madrileño es el primero que se consigue en coches, mientras que en motos contamos con tres triunfos, el de Nani Roma en 2004, y Marc Coma en 2006 y 2009.
Eso sí, en atletismo, el origen de todos los deportes, nos seguimos comiendo un MOJÓN...
En fin, la vida...