Dos caras de la misma moneda. Cómo en la gran novela de Robert Luis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde, escrita en 1886 y una de las obras más famosas del panorama literario mundial, yo también tengo mi parte destructiva, la que hecha por tierra muchas de las actitudes de Cándido. Hablo de Zaratustra. Para mí, al igual que los protagonistas de esta novela, estas dos figuras son los conceptos antagónicos y bipolares de mi propia existencia: el bien y el mal.
No creo que yo posea ningún desorden bipolar ni nada por el estilo, pero Zaratustra es mi subconsciente, la parte de dónde brotan las necesidades malignas de mi propia naturaleza. Un elemento que me persigue y poco a poco hay que eliminar, porque con sus actuaciones me hago daño a mí mismo, y, lo que es peor, a los demás. Aunque, al mismo tiempo, siempre guardaré algo en mi interior, porque el "demonio" que tod@s llevamos dentro debe permanecer. Cómo un símbolo de fortaleza, como una representación de lo que podíamos haber sido y dejamos atrás.
Pero el que tiene que predominar y predominará es Cándido. El que escribe en este blog. El que quiere seguir avanzando, creciendo y aprendiendo. El que sin renunciar a su pasado, quiere luchar por construir un nuevo presente en el que Zaratustra no exista. O al menos, que no aparezca para joder el camino emprendido.
En fin, la vida.
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