3 may 2010

VERONIKA DECIDE MORIR (PAULO COELHO)

 Este fin de semana, revolviendo entre mis cosas, me di cuenta que esta crónica (la primera que hice sobre un libro) no estaba subida. La escribí hace un año...

Veronika es una novela que habla sobre la vida y sobre la muerte. Dos conceptos antagónicos pero que en este libro no lo son tanto. Es un libro que da que pensar. La protagonista llega a situaciones extremas hasta darse cuenta de cuál es su lugar en el mundo, lo que realmente quiere hacer. Un intento de suicidio es la única salida que encuentra a una vida en la que lo tiene todo, pero no es feliz. A veces, hay que llegar al límite para darse cuenta de qué es lo que necesitamos, cuál es el camino que nos gustaría seguir.

Veronika decide morir es una historia de sueños y fantasías, deseo y muerte, pasión y muy especialmente, de locura. Es el relato de quienes, por una u otra razón, no siguen el sendero de lo que es normal y se sienten obligados a encontrar un nuevo camino, ya que a quienes pretenden escapar de una vida rutinaria e intentan cumplir sus sueños, generalmente se les considera unos locos y a quienes aceptan semejante imposición y hacen lo que les recomienda la mayoría son considerados como gente normal. En la mayoría de las ocasiones, las personas hemos sido educadas para aceptar lo que la sociedad nos impone, sin preguntamos por qué hacemos lo que hacemos o por qué lo dejamos de hacer. No es necesario romper las reglas para ser feliz, es cierto, pero tampoco es necesario atarnos a ellas y olvidar, por "obligación", cuáles son nuestras verdades y sentimientos, nuestro universo interior. Quien vive está condenado a morir, pero no a morir infeliz. De ello se trata esta novela, de revalorizar nuestras vidas y reflexionar hacia dónde nos conducimos. 



La dosis de esperanza que contiene 'Veronika decide morir' radica, supongo, en que a pesar de lo tajante de la decisión, lo que no queda claro es que Veronika muera. No menos importantes son los papeles que jueguen el resto de personajes que aparecen en la novela. Desde Zedka, compañera de Veronika e internada también por una depresión, pasando por Mari, una brillante abogada que cree que su mundo se le ha caído encima, siendo incapaz de ver la realidad, lo que le lleva a sufrir ataques de pánico, y que cuenta con el privilegio de entrar y salir del centro a su antojo. Por último, está el caso del “esquizofrénico” Eduard, internado por sus padres, pero capaz de inventarse esa enfermedad para ser feliz. La propia Veronika, su actitud ante sus supuestos últimos días de vida, empuja al resto de personajes a plantearse si, de verdad, quieren permanecer en el centro y no afrontar sus miedos. O del propio director de la clínica, Igor, que “experimenta” con Veronika, la convence de que va a morir del corazón y de que le queda una semana de vida.

El libro nos demuestra que hacer lo que queremos a veces nos hace llegar a nuestro destino. Por eso deberíamos confiar más en nosotros mismos, demostrar más nuestras capacidades y afrontar de manera distinta las cosas que nos ocurren. Y apostar por conseguir nuestros objetivos, ya que vivir siempre con dudas no es nada agradable. La novela nos muestra cómo la cotidianidad de la vida nos hace perder el deseo a vivir, cómo la sociedad nos intimida obligándonos a buscar salidas en mundos irreales que nuestro cerebro crea para escapar de todo los que nos rodea. Por eso, el libro nos invita a disfrutar nuestra vida al máximo, a apreciar desde las cosas pequeñas hasta las más grandes y a recordar que no debemos arrepentirnos de las cosas que hacemos, sólo de las que hemos dejado de hacer por miedo. Veronika decide morir es un libro que te hace afrontar la vida de manera distinta, ya que en él se tratan muchas verdades que afectan al ser humano y que en ocasiones no queremos ver.

Se habla de la soledad, la indiferencia, el egocentrismo, la falsedad, la cotidianidad, el miedo, el valor, el suicidio, la libertad… Tantas y tantas cosas que están ahí y que no somos capaces de reconocer. El ejemplo más claro está en la propia protagonista: Veronika vive una "vida programada", sin expectativas, con plena conciencia de un futuro recurrente y gris; lo que le dio pie a reflexionar sobre el suicidio, por dos motivos: primero, uno personal: no prolongar una existencia que culminaría en inevitable decadencia, y segundo, una causa social: el convencimiento de no poder cambiar al mundo ni acabar con sus guerras, miseria y progresiva pérdida de valores.

En esta vida hay tiempo para todo, incluso para morir…

En fin, la vida...

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