Hoy voy a hablar del tiempo, aún a sabiendas que es un asunto complicado. O tenemos tanto que no sabemos qué hacer con él o andamos como locos rapiñeando minutos.
Podríamos decir, por tanto, que el tiempo es un algo extraño. Que adopta muchas formas y factores. A veces se hace pesado como una roca, se empeña en permanecer quieto a nuestro lado, consumiéndose muy lentamente. Pesado, muy pesado. Insoportablemente cansado, da la sensación de que los minutos se convierten en horas.
En otras situaciones, está presente en todo momento. Hiperactivo, apenas te da ocasión para aprovecharlo. Anda rápido, imperceptible y ligero. Sin posibilidad de disfrutarlo. Pasa volando. Horas que son segundos.
Otras veces, directamente, no existe o no sabemos encontrarlo. Carece de espacio, de forma, de situación. Es tanto como nada, un halo sin luz.
Me da a mí, por tanto, que el tiempo nos convierte en extraños de nosotros mismo…
En fin, la vida…
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