Leía el otro día EL PAÍS y me encontré un recopilatorio de actuaciones de Federcio Trillo que me llamaron mucho la atención. Sobre todo porque hablamos de un personaje que ha ocupado puestos de gran responsabilidad en el Gobierno de España.
Para empezar, recordaba este medio el caso del Yak-42. En mayo de 2003, 62 militares españoles murieron al desplomarse el avión en que regresaban de Afganistán. Los cadáveres fueron entregados a sus parientes mal identificados. Años después de la tragedia, los familiares y algunos grupos políticos exigen que se depuren responsabilidades políticas y apuntan directamente al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo. Pues bien, Trillo se fue de rositas del caso. La Audiencia Nacional condena a tres años de cárcel al general Vicente Navarro y a un año y medio a sus dos colaboradores, el comandante José Ramiro y el capitán Miguel Sáenz por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 cadáveres de los militares españoles fallecidos en el accidente del Yak-42.
También se mencionaban los sucesos de Leganés. Pocos días después de los terribles atentados del 11-M, el 3 de abril de 2004 Jamal Ahmidan, El Chino; Abdennabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha se inmolaban en un piso de esta ciudad dormitorio de Madrid. Precisamente, éstos tres terroristas fueron los responsables de la masacre de Atocha, que según se demostró en documentos encontrados en el piso, eran la respuesta islámica a la participación de España en la invasión a Irak. Pues bien, Trillo, entre otros responsables del PP, no se cansó de repetir que la autoría pertenecía a "terroristas de desiertos no lejanos", en clara referencia a ETA. Por si fuera poco, Trillo no se bajó del burro ni cuándo as sentencias de la Audiencia Nacional y del Supremo establecieron que los atentados habían sido cometidos por los siete suicidas de Leganés y alguno más que había huido, pero que ETA no había tenido ninguna intervención. Es más, el otrora ministro declaró que la autoría intelectual no había quedado definida. Curioso, por segunda vez, un político que había sido el máximo responsable de la cartera de Justicia ponía en duda las determinaciones de los juzgados. Por tanto, ¿qué credibilidad tiene este tío?
En los últimos meses, Trillo ha vuelto a la palestra. Tras destaparse el caso Gürtel, Federico se erigió en el adalid del PP para denunciar a los policías que investigaban el caso, al fiscal del Estado y al ministro del Interior, a los que achaca que sólo persiguen al PP, e incluso critió la actuación del juez. Todo en lugar de asumir que quizá había algo de corrupción, como se ha demostrado, que debería depurarse. Pues no, el PP, y Trillo en particular, arremeten contra todos los estamentos posibles para intentar irse de rositas. Esta vez, aunque no él directamente, la imagen del PP no puede decirse que no haya quedado manchada.
Aunque quizás el caso más esperpétinco del amigo Federico tuvo lugar el 27 de septiembre de 2003, con su ya mítico ¡VIVA HONDURAS! dirigio al ejército de El Salvador, en una visita como representante del estado español
En fin, la vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario