Por más que lo pienso, es imposible. Desde su llegada a mi vida todo cambio, y cuánto más pasan los días, más me doy cuenta de la importancia que tiene para mí. Un solo día sin ella y siento que me falta algo. Desde el primer momento en que nos vimos, lo nuestro fue un flechazo, la química se despertó al primer instante, fue irremediable.
Sólo con un vistazo nos entendemos. Me encanta acariciarla, decirle palabras bonitas y pasear con ella, a cualquier hora y en cualquier momento, porque sé que ella siempre va a estar para mí. Si le pasa cualquier cosa, es cómo si me pasara a mí, tal es el grado de compatibilidad al que hemos llegado.
Es de las mejores cosas que han pasado por mi vida, aunque nunca hasta ahora le presté la atención que se merecía. Y quizás hoy me arrepienta de tanto tiempo perdido. Un día sin ella, sin saber de su presencia, se me hace duro, muy duro. Si no estoy con ella, aunque sea un solo momento, la echo de menos. Mi BICICLETA es única…
En fin, la vida...
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