Javier Arenas ha perdido el rumbo. No se encuentra y no sabe de lo que habla. Porque vaya semanita que lleva el presidente del PP de Andalucía. Primero con sus críticas hacia el pago de la deuda histórica (cifrada en 1.204,14 millones de euros, más de 200.000 millones de pesetas) y luego con la amenaza de presentar una moción de censura.
En el caso de la deuda histórica podemos estar de acuerdo o no con la cantidad que nos pagará el Estado, IU ha pedido 7.000 millones de euros, pero lo que resulta intolerable e incluso demagógico es que sea precisamente Arenas el que reclame más dinero. Es curioso, pero sólo un dato: Javier Arenas fue ministro de Administraciones Públicas con Aznar, y en esa fecha, el Estado no dio ni una sóla peseta a Andalucía como compensación por la deuda histórica. Posteriormente, y tras haber sido tb ministro de Trabajo, pasó a desempeñar la Secretaría General del PP, el partido político que estaba en el poder, y tampoco, desde esa posición hizo nada para finalizar con este desagravio. Por eso, que ahora el PP de Andalucía se ponga en esa tesitura, me parece vergonzoso y está claro que su única intención es sacar réditos políticos.
Con respecto a la amenaza de presentar una moción de censura no puedo más que reírme ante tal desfachatez y patochada. Dice que la moción está en la calle, y que aunque sabe que no va a salir adelante la presenta por convicción. ¿Ganas de salir en las noticias o cuál es la explicación? La verdad es que no entiendo el papel de la oposicón ante la situación tan difícil que estamos viviendo. En vez de presentar propuestas coherente y que puedan dar resultados a las demandas de los ciudadanos, su única intención es venderse, salir en la prensa y sacar réditos políticos. Dice muy poco de quién espera ser, ojalá que no, presidente del Gobierno de la Junta de Andalucía.
En fin, la vida...
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