LA VOZ DE CÁDIZ, el periódico donde publiqué mis primeras líneas como periodisa profesional, ha cumplido cinco años. Mi más sincera enhorabuena a los que han hecho posible que, a pesar de las circunstancias, el periódico se mantenga y haya llegado a celebrar singular efeméride. Se dice pronto, porque parece que fue ayer cuando recibía una llamada mientras hacía prácticas en Radio Sevilla para incorporarme a la redacción el nuevo periódico del grupo Vocento que acababa de ver la luz en la Tacita de Plata.
Una llamada que cambió mi vida por completo. Aún recuerdo cuándo sonó mi teléfono a mediados de septiembre para invitarme a acudir a Cádiz a mantener una entrevista. En seguida me di cuenta que eran mis últimos días en Sevilla, ya con la entrada en un curso de post-grado de la CEA apalabrado y que, por motivos obvios, no realicé. Llegué a Cádiz, con toda la ilusión, me explicaron el proyecto y me pidieron que realizara una crónica sobre Arcos y la Sierra de Cádiz, lo que en principio parecía que iba a ser mi destino, aunque yo, bastante atrevido, llegué a comentar que no había estado estudiando periodismo para volverme a mi casa. Finalmente, me contrataron,como redactor en Puerto Real, y ahí pasé los dos primeros años de mi andadura profesional.
Dos años, en los que a pesar de lo que yo viví allí (recuerdo, así, a bote pronto, un reportaje sobre los canis-angangos de Cádiz, la temporada 2005-2006 en la que casi asciende el Arcos a 2ªB, las interminables disputas con José Antonio Barroso -sin duda, el político más mediático de la provincia-, las broncas con Javier, la noticia que provocó el despido del portero "colón" del Carranza, el centro comercial y el soterramiento en Puerto Real, algunas noticias sobre Arcos, los vaivenes de Las Aletas, las entrevistas a amigos y hermanos, los artículos veraniegos...) nada tienen que ver con lo que ha ocurrido allí en estos cinco años: ascensos y descensos del Cádiz (el ascenso a Primera ha sido escogida mejor portada por los lectores es una ingeniosa iniciativa para celebrar los el quinto aniversario del periódico), la muerte de el Papa Juan Pablo II, a la celebración de unas elecciones municipales, el desmantelamiento de Delphi, las obras del Segundo Puente o los preparativos para la celebración del Bicentenario de Las Cortes de Cádiz entre otros muchos episodios destacables.
Por todo ello, quiero felicitar a todos y cada uno (entre los que me incluyo) que han ido haciendo posible que LA VOZ, con sus más y sus menos, continúe ofreciendo información a los gaditanos. Podrá gustar o no, pero en mi fuero interno, siempre llevaré un trocito de ese periódico de La Glorieta. Y, sobre todo, de los buenos momentos fuera de él con su gente, con los que formamos parte en algún momento de ese proyecto.
En fin, la vida.
* Lamento no poder colgar algunas de mis informaciones, pero no las he encontrado en la versión digital.
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