Realmente, ¿para qué sirve escribir? Escribir nos sirve para hablar de nosotros y nuestro entorno, e incluso para inventarnos historias de gente que no conocemos o que no existen. Uno va en el autobús o caminando tranquilamente por la calle y escucha conversaciones, risas, problemas, peleas o llamadas de teléfono, y cuándo te bajas, sin querer, haces tuya esa historia. Escribir es soñar, inventar, crear, imaginar. Y, en cierto modo, si no imaginamos o soñamos cuando nos apetece, no somoas nada ni nadie, porque la realidad, a veces, no nos deja respirar y tenemos que huir un par de segundos y coger aire para recordarnos a nosotros mismos qué somos, dónde estamos, y por qué.
Encuentras una hoja en blanco, vacía, y puedes llenarla de tesoros y misterios, que quizás sólo tengan valor pa ti o que quizás algún día alguien los lea y descubra. Escribir es soñar e invitar al que lee que sueñe contigo, es dejar que las palabras fluyan en ti, un cosquilleo en tu interior, una idea en la cabeza y un eco de música en los oídos.
Para mí, escribir es una forma de entretenimiento ya que es una de mis aficiones favoritas. Escribir es un medio de comunicación con las personas cuándo éstas eligen leer tus textos, ya que a través de esas conjunción de palabras uno es capaz de trasncribir sus sentimientos. Para escribir, sobre todo, hace falta estar inspirado, pues no basta con sentarse y teclear letras en el ordenador, hay que partir de una idea e ir dándole forma. Al escribir, el mundo se abre a la imaginación, creando situaciones que están en nuestra cabeza y mente cobran vida.
Si queremos, todos podemos escribir si nos dedicamos a analizar lo que nos rodea y traducirlo en palabras. Porque todos tenemos historias que contar, siempre nos queda algo que decir.
En fin, la vida...